24 de marzo de 2016

Hay días en que, pobre de mí, tengo raptos de esperanza
y pienso entonces que hubo
una mitad que sí
una mitad que no
una mitad que colma la plaza
otra mitad que no sale de casa
una mitad que lucha
otra mitad que ha dejado de luchar
una mitad que pregunta ¿por qué?
o que grita ¡No es así!
otra Mitad que se ofusca si alguien grita
si alguien se atreve a levantar la voz.
hay días como hoy en que pienso que los primeros
fuimos muchos menos alguna vez
que hoy somos la mitad.
Y entonces tengo raptos de esperanza.
Pese a la otra mitad.