Para Luisa

No fue el concierto número dos de Rachmaninoff
opus nosecuantos para piano y cuarenta y cuatro manos

Ni las obras completas de Beethoven

Ni el último capricho de Paganini
tocado por Paganini en el infierno
con una cuerda sola.

Lo que apagó la música
Del mundo fue su risa

Su pequeña risa
Su primera risa